jueves, 13 de febrero de 2025

Schitt's Creek (Serie), by Dan Levy y Eugene Levy

Esta es la historia demencial de una familia de multimillonarios que son despojados de toda su fortuna después de un juicio demoledor y terminan yéndose a vivir a un pueblucho perdido, que en su día compró papá magnate como regalo para sus retoños. Así pues, la familia se instala en un motel bastante cutre y allí, en unas habitaciones minúsculas meten, no me preguntes cómo, buena parte de las pertenencias que han podido salvar de la quema. 

Una de las grandes preguntas que se hace el espectador es dónde coño meten la madre y la hija la cantidad ingente de vestuario que lucen en todos los episodios, la bisutería, los zapatos y bolsos... Como mujer no he dejado de preguntarme en toda la serie esto, dado que muy raramente repiten modelito y complementos en algún capítulo, y los armarios de las habitaciones del motel, la verdad, dan para un finde cortito y poco más. Para más inri la madre colecciona pelucas, aunque esas las coloca en ganchos a lo largo y ancho de su habitación, por lo que el misterio de la multiplicación de los espacios queda resuelto en este caso. 

En fin, pese a que la verosimilitud de todas las circunstancias, empezando por la que acabo de señalar, deja bastante que desear, tengo que decir que me lo he pasado bomba viendo la serie, que a fin de cuentas es de lo que se trata. Me importa un pimiento que la ropa de Moira y Alexis (por cierto, magníficas Catherine O'Hara y Annie Murphy en sus caricaturescos personajes) surja de la nada porque he disfrutado un montón con sus vestimentas, locuras y desenfrenos.

Durante unas cuantas semanas los Rose se han convertido en mi familia favorita. Las situaciones imposibles en las que se ven envueltos, sus caracteres neuróticos, sus relaciones con los lugareños, muy especialmente con el alcalde Roland y su esposa Jocelyn (qué grande Chris Elliott, por favor), me han hecho reír como hacía mucho tiempo que nada lo conseguía. 

Tengo que decir también que la cosa decae un poco cuando David se echa novio porque se nota muchísimo que los guiones se centran demasiado en su historia, y el pasteleo a ratos es insoportable. De hecho su personaje es el que menos me gusta, su histrionismo permanente da bastante grima y para mí es el menos carismático de todos. Al ser Dan Levy guionista de la serie junto con su padre Eugene, aparte de creadores, productores e intérpretes, se entiende que intente que su personaje destaque, pero en mi opinión consigue cagarla cada vez que cobra protagonismo.  Siento decirlo pero el tono general satírico pierde mucho en sus escenas, obviamente diseñadas para su lucimiento personal.

De todas formas he decidido no quitarle mérito por ese pequeño reparo, porque en general me he divertido un montón y creo que, aunque solo sea por eso, la serie merece un sobresaliente. Si a eso le añades que el común de los mortales solemos disfrutar muchísimo viendo a los ricos pasarlo mal enfrentándose a los inconvenientes de la escasez material no puedo dejar de agradecer a los Levy la oportunidad de descojonarme con los múltiples avatares de esta familia de chiflados venidos a menos.

En resumidas cuentas, pijos pasándolo mal es un plan fenomenal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario