viernes, 11 de abril de 2025

Deadwind (Serie), by Rike Jokela

Tengo que reconocer que escribo esta crítica tras haber visto solo cinco episodios y sin la menor intención de ver ni uno más. Porque francamente, me da igual lo que pase, me importa un pimiento quién es el asesino, me importa todavía menos cuánto va a tardar la protagonista en tirarse a su compañero policía, y además si veo un solo minuto más de este engendro sé que me voy a pillar una depre de caballo, así que hasta aquí hemos llegao. 

La conclusión que saco de estos cinco capítulos es que los finlandeses son gente muy rara. Supongo que se debe al frío, a que se tiran días y días sin ver un solo rayo de sol, mirando una tez pálida tras otra, teniendo que andar con kilos de ropa interior térmica para no morir congelados... Tampoco se les puede pedir desde luego que sean unas castañuelas.

Luego otro inconveniente que le veo es el idioma y los nombres tan raros que tienen. Imposible seguir una trama con esos nombres porque nunca sabes de quién están hablando, si de los sospechosos, del jefe, del marido, del hijo, de la vecina... Tengamos en cuenta que el director de la cosa se llama Rike Jokela, empecemos por ahí. Y que los actores, así mirando por encima en Filmaffinity, se llaman Pihla, Jani, Pirjo... Ni un puto nombre normal. Los únicos con los que he conseguido quedarme es con un sospechoso llamado Leo (benditos nombres universales), y con la muerta, que se llamaba Hanna. Todos los demás eran cosas como Urku, Pitu, Koli, Reli, Moki, Surjo. Quien tenga huevos de seguir un argumento así, no siendo nativo finlandés, tiene toda mi admiración. 

Para más inri, si es que es posible empeorar la cosa, todo el rato la pantalla oscura, que no se ve ni un carajo. Que igual tampoco hay nada interesante que ver, pero oye, por lo menos que puedas decidirlo tú, no? Una constante penumbra, la gente entrando en casas, en barcos, en saunas y en todo tipo de edificios con las luces apagadas y haciendo como que ven perfectamente. Y luego allí casi todo el tiempo es de noche, aunque con esa neblina constante es difícil distinguir la noche del día. En fin, muy deprimente, tres capítulos más y tengo que pedir cita en salud mental. Y todavía he visto por ahí una crítica de un tipo que dice que el paisaje es una maravilla y que le dan ganas de irse a vivir a Helsinki. La gente está fatal, tú.

Total, que no puedo ni siquiera decir de qué va esto. Solo sé que hay una muerta, que la policía protagonista tiene un pelazo y que es reciente viuda, y que tiene toda la pinta de terminar en la cama con su también recién estrenado compañero de faena, con el que por supuesto se lleva fatal, como no puede ser menos para darle vidilla al asunto hasta el momento follarín. Pues bien, ni siquiera ese morbillo le da suficiente respiración artificial a este rollo finlandés. Así que en resumidas cuentas, solo puedo opinar que entre lo oscuro y lo frío me parece un sinsentío.

domingo, 6 de abril de 2025

La víctima número 8 (Miniserie), by Sara Antuña y Marc Cistaré

Esto perfectamente pudo suceder así:

Sara Antuña y Marc Cistaré le piden a ChatGPT: 

"Queremos un guion con los siguientes componentes":

1. Un atentado terrorista, islamista a ser posible.

2. Una familia de gente poderosa muy mala, a cuál peor.

3. Al cargo del caso una policía, mejor si está embarazada, se toca mucho la barriga y se apunta a todas las fiestas.

4. Que quede bien claro que el Islam es una religión de paz.

5. Una historia de amor, o varias, mejor si son interraciales, interculturales o interestelares.

6. Las mujeres todas sin excepción valientes, listas, buenas, sensibles y hermanadas en franca sororidad.

7. Los hombres cuanto más gilipollas mejor, si acaso que se salve alguno plan excepción que confirma la regla.

8. Que cuando los personajes follen se vea, dejar poco a la imaginación (vamos a contratar a Lisi Linder, ver trabajos anteriores para diseñar escenas)

9. Que los conspiranoicos, terraplanistas y demás chiflados del mundo aplaudan con las orejas. 

(Y esto ya es espoiler) De verdad, que en una serie se alimente la idea de que hay en las cárceles condenados por terrorismo yihadista que en realidad son completamente inocentes porque quien de verdad ha cometido esas atrocidades son esos misteriosos "poderosos" que están detrás de todos nuestros males y que en connivencia con el Ministerio del Interior se dedican a endilgarles sus mierdas cruelmente a pobres criaturas que no han hecho nada... suena tanto a nuestras queridas conspiranoias patrias. Los de los trenes de Atocha o los de las Ramblas de Barcelona o los de Cambrills no fueron yihadistas, todos sabemos que en realidad fue el Ministerio del Interior quien desvió la atención para que no se supiera que los verdaderos culpables fueron los de la ETA, o los del PP o el mismísimo Rubalcaba. Los yihadistas que están en la cárcel pagando por aquellos crímenes o los que murieron por los explosivos no tenían nada que ver, eran meras cabezas de turco, buenas personas que pasaban por allí y fueron condenados con un montón de pruebas falsas preparadas para que parecieran culpables sin lugar a dudas. Hay que joerse. En serio a estas alturas nos cuelan estas locuras?