domingo, 29 de junio de 2025

Memento Mori (Serie), by Marco A. Castillo, Fran Parra

Empiezo reconociendo que no he visto la novela en la que se basa la serie, por lo que me voy a limitar a hacer una crítica exclusivamente del producto televisivo. Aunque si es tan fiel al texto escrito como dicen sinceramente no tengo la menor intención de leer nada de este señor.

A mí la trama me ha parecido un churro de principio a fin. Ya desde el primer episodio la escena de la profesora de literatura durante la cena con el policía haciendo un retrato robot del asesino me pareció de un ridículo tan espantoso que incluso me ruboricé. Invitarla a cenar para una cosa así me pareció una majadería pero cuando empezó la tipa a analizar la psique del criminal basándose en un poema me quería morir de la vergüenza. Soy una persona muy pudorosa y este tipo de escenas me afectan muchísimo.

Y tengo que decir también que estoy hasta el mismísimo moño de que en todas las series españolas no falte un episodio en el que salga alguien vomitando ostensiblemente con gran profusión de arcadas, pero ya en esta se han explayado sin control. Creo que ha habido vomitona por capítulo. Reconozco que había escenas muy asquerosas, narices seccionadas, testículos, sangre a raudales... en fin, todo muy gore, muy explícito, muy rojo, pero realmente era necesario ver a los protagonistas vomitar una y otra vez con la cabeza metida en el váter como si no hubiera un mañana? Y por supuesto todo esto a mi hora de cenar.

Estoy empezando a plantearme seriamente dejar de ver series españolas básicamente por un motivo puramente nutricional, porque es imposible que la comida le siente bien a una de esa manera. ´Pero es que además no hay necesidad. Si un personaje tiene que echar la papa sería suficiente, pienso yo y desde aquí hago una propuesta a los guionistas de series, con que hiciera un pequeño amago y saliera corriendo. De toda la vida de Dios se ha hecho así y todos hemos entendido perfectamente que la persona necesitaba arrojar parte del contenido de su estómago. No somos idiotas, no hace falta que veamos en un primer plano ese contenido.

Dicho esto, como contrapunto tengo que admitir que me ha encantado Yon González en su papel de psicópata. Verlo cantar con tanta pasión reconcentrada con esa cara de pirado nivel Lecter no ha tenido precio. Solo su presencia ha podido compensar en cierta manera mi disgusto por el tema vomitonil. Aunque tengo que decir que la supuesta historia de amor con la chica pelirroja no solo no me ha parecido creíble en ningún momento sino que la he llegado a ver como ridícula. Vamos, casi tan ridícula como la del poli con la profe de literatura.

A ver, señores, que  echando un poco las cuentas la acción transcurre como mucho en cinco semanas, y eso tirando por lo largo. Y no es concebible entre personas adultas, incluso entre psicópatas chifladísimos, ese grado de implicación amorosa desde el minuto uno. Igual entre adolescentes con las hormonas desatadas sucedan esas cosas y en cuestión de unas horas alguien pueda convertirse en el amor de tu vida, pero hombre, en gente que ya casi peina canas como que no me cuadran a mí esos cuelgues.

En fin, que soy incapaz de culpar a Marco Castillo y Fran Parra por la cantidad de gilipolleces que hacen estos personajes porque no sé si la responsabilidad última de tanta tontería es de ellos o del autor de la novela, pero que lo cierto es que me he sentido abochornada viendo tanta patochada.

martes, 24 de junio de 2025

La mejor hermana (Serie), by Leslie Hope, Craig Gillespie

 

Tengo que decir que desde el principio he sufrido bastante viendo esta serie, fundamentalmente por el chavalillo. Sé que las protagonistas son las hermanas con sus movidas rarísimas, pero a mí tanto la una como la otra me han dado mucha pereza todo el tiempo. Particularmente Jessica Biel en su papel de pija pijísima con palo incorporado en el culo me ha provocado repelús máximo.

En cambio el pobre chico, ahí perdido entre esas madres egocéntricas a la gresca, me producía mucha ternura. Eso de ver a la gente compitiendo por demostrar quién muestra un amor más intenso me aburre horrores. Y ya el espectáculo de la anoréxica Biel cebando todo el día al muchacho, obviamente un tanto rellenito, a base de bollos, hamburguesas maxi y porquerías por el estilo, me ha terminado de rematar.

Por lo demás la resolución del caso, que se supone es el centro de la trama, pierde mucho interés conforme avanza la acción, dado que realmente episodio tras episodio no pasa absolutamente nada. Lo único a destacar es que están todo el tiempo cebando como un cerdito a ese pobre muchachito. En fin, bostezo nivel Puerta de Alcalá.

Y entre unas cosas y otras Hope y Gillespie nos obsequian con pequeñas dosis de alcohólicos anónimos, algún que otro polvete, y algunas escenas demenciales de juicio... Por cierto, que no deben haber visto un juicio en su vida porque no hay que ser ningún experto en leyes para saber que ni un fiscal ni un abogado pueden exponer sus tesis durante los interrogatorios. Eso se deja para el alegato final,  cuando hay que convencer al jurado en función de las pruebas aportadas y el arte retórico que cada cual sea capaz de echarle. Pero lo de tener a un testigo en el estrado y soltarle la parrafada gratuitamente no lo había visto yo en la vida. 

En definitiva, otro fiasco más de los tropecientos mil millones que llevo ya este año. No concibo cómo es posible que se rueden tantísimos bodrios, que haya quien se gaste dinero en producir estas cosas e incluso que algunos tengan buenas críticas. Dónde están los guionistas buenos, por diooooooosss?

martes, 10 de junio de 2025

La viuda negra, by Carlos Sedes

No quiero empezar haciendo spoiler pero creo que todo el mundo que se acerque a ver esta película ya sabe que se trata de un crimen ideado por la viuda en cuestión y perpetrado por uno de sus numerosos amantes, concretamente el más capullo.

La peli no está del todo mal. Por supuesto ya conocía el caso de Maje y he visto varios docus sobre el tema, así que lo que me interesaba era ver el tratamiento que se le daba en esta versión ficcionada. Y tengo que decir que me ha decepcionado, principalmente porque la cosa termina con la detención de los culpables y se olvida de la mejor parte, que en mi opinión es cuando ya están en la cárcel y Salva se da cuenta de lo gilipollas que ha sido.

Porque vamos a ver, te pasas toda la peli pensando que menudo imbécil, el tío dando bastante penita a la vez que asquito. Es increíble cómo pierden el oremus muchos tíos por el sexo, cómo se vuelven completamente básicos, se les va la olla total. Pero el principal atractivo de esta historia está en la toma de conciencia del asesino, el momento en el que se da cuenta de que ha sido utilizado con toda frialdad, que ha hecho el imbécil y que encima se ha cargado a una persona, una culpa con la que tendrá que cargar el resto de su vida, por no hablar del destrozo que le hace para siempre a su familia, concretamente a su mujer y a su hijo adolescente. 

Y resulta que esa epifanía nos la hurta Carlos Sedes, el director, y nos deja con la miel en los labios. Todo lo más en unas líneas nos cuenta en el último minuto algo sobre las condenas de cada uno y poco más. Si lo llego a saber paso, porque lo otro ya me lo sabía y tampoco es que las actuaciones sean para volverse loca. Carmen Machi no me convence nada haciendo de poli, lo siento pero me cuesta un huevo dejar de ver en ella a Aída. Estaba todo el rato esperando que llamara al Jonatan, al Luisma o a la Lore. De los tres principales protagonistas el único que me parece sobresaliente es Tristán Ulloa, que el tío interpreta de puta madre a esta clase de personajes oscuros, tristes y atormentados. Ya me pareció que lo bordó en "Asunta" y ahora no me ha decepcionado. 

Habría estado genial verlo cuando ya por fin se le enciende la bombilla y el atontamiento que muestra a lo largo de la peli se convierte en odio hacia la tía que le ha engañado tan burdamente. Esa transformación tendría que ser brutal y desde el punto de vista psicológico mucho más interesante que la parte del encoñe. Pero en fin, no ha podido ser. Con las ganas me he quedado de ver a Tristán quemado.

martes, 3 de junio de 2025

Legado (Serie), by Carlos Montero

Últimamente no doy ni una. Voy escogiendo series por actores que me gustan y me estoy pegando unos planchazos que pa qué. Me han ido fallando consecutivamente Kevin Costner, Ricardo Darín y ahora mi Coronado. No sé si es por ese corte de pelo poco favorecedor (con el melenón que luce siempre mi José, por favor) o por el desagradable rictus constante que acompaña al personaje o porque cada vez hace menos de duro y más de moñas, la cosa es que me he pegado el enésimo chasco.

En principio la serie no tenía mala pinta. Es la típica historia de familia rica, con un padre poderoso vinculado al mundo de la prensa y con unos hijos que entran dentro de lo que cabe esperar del pijoterismo progre. La verdad es que tanto los personajes como las situaciones son bastante reconocibles: la pija podemita, el periódico de cabecera del Gobierno, los juegos de poder, los rifirrafes entre los socios de Gobierno,  los chanchulleos que se traen entre políticos y medios afines, los chantajes, las cloacas, el Villarejo de turno... en fin, nada que no sepamos o no nos imaginemos a estas alturas después de haber visto pasar por delante de nuestras narices litros y litros de mierda durante décadas.

Pero lo que raya bastante es la parte sentimental, de verdad, ahí se han pasado siete pueblos. Qué desastre de gente. La vida amorosa de los pijos estos es para un manual de psiquiatría, no hay ni uno medianamente normal. Hay escenas realmente sonrojantes, y yo añadiría que francamente innecesarias. Hay una concretamente en la que pasé tanta vergüenza ajena que tuve que taparme los ojos. Concretamente cuando el marido de una de las hijas se pilla una paporra y se pone a cantar todo ciego "Devuélveme la vida" y llega la señora, agarra otro micro y se pone a cantarla con él marcándose un Pimpinela de aquí te espero. Me quería morir del puro bochorno. No sé de quién habrá sido la idea pero yo le diría a Carlos Montero, artífice del engendro, que este tipo de delirios están bien para echarse unas risas fumando unos canutos pero no para una trama pretendidamente seria. 

El que sí que me ha encantado ha sido Salva Reina en el papel de villano malo malísimo. Acostumbrada a verlo siempre en papeles cómicos, me ha sorprendido muy gratamente en esta faceta de bicho frío, calculador y sin entrañas. Ya lo he dicho otras veces y me reafirmo, creo que es un pedazo de actor y que está muy desaprovechado. Una vez más Salva se salva.

Y otra cosa que me ha hecho mucha gracia es la mala leche que se gastan. Lo del alter ego de "Podemos" es de un maquiavelismo magistral. Los pobres van elección tras elección patrás como el cangrejo y estos con todo el cachondeo van y les ponen "Avanzamos". Jajajajaja, qué jodíos. Vaya panda de cabrones los que escriben los guiones. 

martes, 27 de mayo de 2025

El eternauta, by Bruno Stagnaro

Partamos de la base de que no he leído el cómic de Oesterheld y tampoco soy una forofa de la ciencia ficción. Si decidí ver esta serie a pesar de que el género apocalíptico no me vuelve loca es porque la protagonizaba Darín, uno de mis actores favoritos, que raramente me ha defraudado, aparte de que las críticas la ponían por las nubes.

Bueno, pues chasco máximo. Reconozco que al principio iba colando, porque además hace muy poco tuvimos la experiencia del apagón total el día aquel que de sopetón en toda la Península se fue la luz durante un montón de horas y la paranoia de una posible vida sin electricidad nos invadió un poco a todos. En fin, que el tema podía resultar atractivo a priori porque la serie parecía que iba por ahí: supervivencia en un mundo hostil, gente enloquecida matándose por un cacho pan, líderes heróicos que se juegan el pellejo por proteger a los más débiles... venga, vamos a darle una oportunidad.

Soporté tres episodios, ni uno más. Al siguiente de repente aparecen una especie de cucarachas gigantes asquerosas y ya me echaron. Yo que me esperaba ahí una lucha entre humanos mondos y lirondos desesperados por sobrevivir, de repente me encuentro con los bichos esos invadiendo las calles y me pregunto para qué coño querría nadie sobrevivir en un entorno así. Mejor que te coma una tarántula de esas y terminas de sufrir.

Si a eso le unes el ambiente oscuro, que casi no se ve un pijo, te lo tienes que imaginar casi todo aunque pegues la cara a la pantalla. Y para más inri el argentino, que para mí es un habla completamente incomprensible que debería ir siempre acompañada de subtítulos, sobre todo para los no iniciados. A mí me sacas del boludo, la concha tu madre y el pibe y es como si me estuvieran hablando en chino mandarín. Si además no les ves la boca porque van con la cara tapada no puedes ni leer los labios para pillar alguna onda. En resumidas cuentas, todo negro, sin ver un carajo, los tíos hablando en arameo, los bichos gigantes pateando la ciudad... sin enterarme ni papa y muriéndome de aburrimiento. Esa ha sido mi experiencia.

Luego me pongo a leer críticas y la gente alabando a Stagnaro y a Oesterheld como si fueran grandes genios, un  Kubrick, un Shakespeare. En fin, claramente algo me he perdido. Creo que es la primera vez que dejo de ver algo de Darín, pero claro, si es que aunque está todo el rato en la pantalla no se le ve, entre la máscara y la pantalla negra, y menos aún se le entiende. En definitiva, salvo que seas argentino esto es un desatino.

viernes, 11 de abril de 2025

Deadwind (Serie), by Rike Jokela

Tengo que reconocer que escribo esta crítica tras haber visto solo cinco episodios y sin la menor intención de ver ni uno más. Porque francamente, me da igual lo que pase, me importa un pimiento quién es el asesino, me importa todavía menos cuánto va a tardar la protagonista en tirarse a su compañero policía, y además si veo un solo minuto más de este engendro sé que me voy a pillar una depre de caballo, así que hasta aquí hemos llegao. 

La conclusión que saco de estos cinco capítulos es que los finlandeses son gente muy rara. Supongo que se debe al frío, a que se tiran días y días sin ver un solo rayo de sol, mirando una tez pálida tras otra, teniendo que andar con kilos de ropa interior térmica para no morir congelados... Tampoco se les puede pedir desde luego que sean unas castañuelas.

Luego otro inconveniente que le veo es el idioma y los nombres tan raros que tienen. Imposible seguir una trama con esos nombres porque nunca sabes de quién están hablando, si de los sospechosos, del jefe, del marido, del hijo, de la vecina... Tengamos en cuenta que el director de la cosa se llama Rike Jokela, empecemos por ahí. Y que los actores, así mirando por encima en Filmaffinity, se llaman Pihla, Jani, Pirjo... Ni un puto nombre normal. Los únicos con los que he conseguido quedarme es con un sospechoso llamado Leo (benditos nombres universales), y con la muerta, que se llamaba Hanna. Todos los demás eran cosas como Urku, Pitu, Koli, Reli, Moki, Surjo. Quien tenga huevos de seguir un argumento así, no siendo nativo finlandés, tiene toda mi admiración. 

Para más inri, si es que es posible empeorar la cosa, todo el rato la pantalla oscura, que no se ve ni un carajo. Que igual tampoco hay nada interesante que ver, pero oye, por lo menos que puedas decidirlo tú, no? Una constante penumbra, la gente entrando en casas, en barcos, en saunas y en todo tipo de edificios con las luces apagadas y haciendo como que ven perfectamente. Y luego allí casi todo el tiempo es de noche, aunque con esa neblina constante es difícil distinguir la noche del día. En fin, muy deprimente, tres capítulos más y tengo que pedir cita en salud mental. Y todavía he visto por ahí una crítica de un tipo que dice que el paisaje es una maravilla y que le dan ganas de irse a vivir a Helsinki. La gente está fatal, tú.

Total, que no puedo ni siquiera decir de qué va esto. Solo sé que hay una muerta, que la policía protagonista tiene un pelazo y que es reciente viuda, y que tiene toda la pinta de terminar en la cama con su también recién estrenado compañero de faena, con el que por supuesto se lleva fatal, como no puede ser menos para darle vidilla al asunto hasta el momento follarín. Pues bien, ni siquiera ese morbillo le da suficiente respiración artificial a este rollo finlandés. Así que en resumidas cuentas, solo puedo opinar que entre lo oscuro y lo frío me parece un sinsentío.

domingo, 6 de abril de 2025

La víctima número 8 (Miniserie), by Sara Antuña y Marc Cistaré

Esto perfectamente pudo suceder así:

Sara Antuña y Marc Cistaré le piden a ChatGPT: 

"Queremos un guion con los siguientes componentes":

1. Un atentado terrorista, islamista a ser posible.

2. Una familia de gente poderosa muy mala, a cuál peor.

3. Al cargo del caso una policía, mejor si está embarazada, se toca mucho la barriga y se apunta a todas las fiestas.

4. Que quede bien claro que el Islam es una religión de paz.

5. Una historia de amor, o varias, mejor si son interraciales, interculturales o interestelares.

6. Las mujeres todas sin excepción valientes, listas, buenas, sensibles y hermanadas en franca sororidad.

7. Los hombres cuanto más gilipollas mejor, si acaso que se salve alguno plan excepción que confirma la regla.

8. Que cuando los personajes follen se vea, dejar poco a la imaginación (vamos a contratar a Lisi Linder, ver trabajos anteriores para diseñar escenas)

9. Que los conspiranoicos, terraplanistas y demás chiflados del mundo aplaudan con las orejas. 

(Y esto ya es espoiler) De verdad, que en una serie se alimente la idea de que hay en las cárceles condenados por terrorismo yihadista que en realidad son completamente inocentes porque quien de verdad ha cometido esas atrocidades son esos misteriosos "poderosos" que están detrás de todos nuestros males y que en connivencia con el Ministerio del Interior se dedican a endilgarles sus mierdas cruelmente a pobres criaturas que no han hecho nada... suena tanto a nuestras queridas conspiranoias patrias. Los de los trenes de Atocha o los de las Ramblas de Barcelona o los de Cambrills no fueron yihadistas, todos sabemos que en realidad fue el Ministerio del Interior quien desvió la atención para que no se supiera que los verdaderos culpables fueron los de la ETA, o los del PP o el mismísimo Rubalcaba. Los yihadistas que están en la cárcel pagando por aquellos crímenes o los que murieron por los explosivos no tenían nada que ver, eran meras cabezas de turco, buenas personas que pasaban por allí y fueron condenados con un montón de pruebas falsas preparadas para que parecieran culpables sin lugar a dudas. Hay que joerse. En serio a estas alturas nos cuelan estas locuras?